
El Circuito de Reims-Gueux, situado al suroeste de Reims, Francia, es una emblemática pista semipermanente que operó desde 1926 hasta 1972. A lo largo de su historia, albergó prestigiosas competiciones como el Gran Premio de Francia y las 12 Horas de Reims, consolidándose como un referente en el mundo del automovilismo.
Inauguración | 1926 |
Longitud | 7.826 km |
Vuelta rápida | 2:27.800 (Juan Manuel Fangio, 1951) |
Orígenes y Evolución del Circuito
Inaugurado en 1926, el circuito original de Reims-Gueux tenía una longitud de 7,8 km y utilizaba carreteras públicas que conectaban las localidades de Thillois, Gueux y Muizon. Este trazado triangular se caracterizaba por sus largas rectas y curvas desafiantes, lo que permitía a los pilotos alcanzar altas velocidades.
En 1952, el circuito fue modificado para aumentar su velocidad y seguridad. La nueva configuración, de 8,3 km, evitaba el paso por el pueblo de Gueux y añadía la horquilla de Muizon, una curva a derechas que enlazaba con la carretera N-31. Estas mejoras buscaban adaptarse a las crecientes exigencias de las competiciones internacionales.
Competencias Destacadas
El Circuito de Reims-Gueux fue sede intermitente del Gran Premio de Francia desde 1932 hasta 1966, siendo puntuable para el Campeonato Mundial de Fórmula 1 a partir de 1950. Además, albergó otras competencias de renombre, como el Gran Premio del Marne y las 12 Horas de Reims, atrayendo a pilotos y equipos de élite.
Durante la década de 1950, figuras legendarias como Juan Manuel Fangio y Stirling Moss compitieron en este circuito, protagonizando memorables duelos que quedaron grabados en la historia del automovilismo. Las largas rectas del trazado favorecían emocionantes batallas de rebufos, ofreciendo espectáculos inolvidables para los aficionados.
Características Técnicas del Trazado
El circuito se distinguía por su diseño triangular, compuesto por largas rectas y curvas pronunciadas. Las principales secciones incluían:
- Recta de Thillois: Una extensa recta que permitía a los monoplazas alcanzar velocidades máximas, siendo escenario de intensas luchas por posición.
- Horquilla de Muizon: Una curva cerrada a derechas que representaba un desafío técnico para los pilotos, requiriendo precisión en la frenada y trazada.
- Recta de Gueux: Otra sección de alta velocidad que conectaba con la línea de meta, crucial para las estrategias de adelantamiento.
Estas características hacían de Reims-Gueux un circuito extremadamente rápido y exigente, donde la habilidad del piloto y la potencia del vehículo eran determinantes.
Declive y Cierre del Circuito
A pesar de su prestigio, el circuito enfrentó desafíos en términos de seguridad y financiamiento. Las altas velocidades alcanzadas y la falta de áreas de escape adecuadas incrementaban el riesgo de accidentes. Además, la creciente profesionalización del automovilismo demandaba infraestructuras más modernas y seguras.
En 1972, tras varias décadas de actividad, el Circuito de Reims-Gueux cerró sus puertas. Sin embargo, muchos de sus elementos, como los boxes y las tribunas, aún se mantienen en pie, sirviendo como testimonio de una era dorada del automovilismo. Actualmente, estos vestigios son visitados por entusiastas que buscan revivir la historia y el legado de este mítico trazado.
Legado y Conservación
El Circuito de Reims-Gueux dejó una huella imborrable en la historia del automovilismo. Sus emocionantes carreras y la presencia de pilotos legendarios contribuyeron a forjar su reputación como uno de los circuitos más emblemáticos de Europa.
Organizaciones locales y aficionados han trabajado para preservar las estructuras restantes del circuito, reconociendo su valor histórico y cultural. Estas iniciativas buscan mantener viva la memoria de Reims-Gueux y educar a las nuevas generaciones sobre su importancia en el mundo de las carreras.