Graining
¿Qué es el graining?
El graining es un fenómeno que ocurre en los neumáticos de un coche de carreras, incluidos los de Fórmula 1. Se manifiesta cuando las virutas de goma que van quedando en el asfalto, se adhieren a la superficie de la banda de rodadura del neumático. Esto se produce cuando existe una gran diferencia de temperatura entre el asfalto y los neumáticos
El graining puede afectar negativamente el rendimiento del neumático y la adherencia del coche a la pista. Las virutas pueden causar una sensación de falta de agarre y estabilidad, lo que hace que el coche sea más difícil de conducir y reduce la velocidad en las curvas.
Los equipos de Fórmula 1 monitorizan de cerca el graining durante las sesiones de práctica y carrera, ajustando la configuración del coche y la estrategia de neumáticos para minimizar su impacto. Esto puede incluir cambios en la presión de los neumáticos, la temperatura de funcionamiento y el estilo de conducción del piloto.
Consecuencias de este fenómeno
- Pérdida de agarre: Generalmente provoca una disminución del agarre del neumático debido a la presencia de virutas en la superficie de la banda de rodadura. Esto puede hacer que el coche sea más difícil de conducir y menos predecible, lo que aumenta el riesgo de pérdida de control y accidentes.
- Reducción del rendimiento: El graining afecta negativamente el rendimiento del neumático al reducir su capacidad para generar agarre y proporcionar una respuesta adecuada al piloto. Esto puede traducirse en tiempos de vuelta más lentos y un peor rendimiento del monoplaza.
- Deterioro prematuro de los neumáticos: Acelera el desgaste de los neumáticos al generar calor adicional y aumentar la fricción entre la banda de rodadura y la superficie de la pista. Esto provoca que los neumáticos vayan perdiendo vida útil y la necesidad de realizar más paradas en boxes durante la carrera.
La conclusión es que cada piloto tiene que gestionar de la mejor manera posible sus neumáticos para evitar el efecto graining.
¿Cómo se evita el graining?
Para que estos fragmentos de goma se adhieran a la pista, se requiere una cierta temperatura. Si la temperatura del asfalto es demasiado baja, las pequeñas partículas de goma no se adhieren a la pista y vuelven a pegarse al neumático poco después de soltarse.
Además, si el coche patina o frena en exceso, la superficie de rodadura se calienta mucho, creando una diferencia de temperaturas entre el asfalto y el neumático. Esto puede provocar graining, especialmente cuando los neumáticos aún no han alcanzado la temperatura adecuada.
El graining afecta más a los neumáticos con compuestos más blandos, y evidentemente a los slicks. Mientras más duro sea el compuesto, menos posibilidades de que se genere este fenómeno. Aunque también depende de otros factores como el tipo de asfalto y la temperatura.