Porpoising
En la frenética búsqueda de la máxima velocidad y el rendimiento óptimo, los equipos de Fórmula 1 se enfrentan a una serie de desafíos aerodinámicos. Uno de estos desafíos es el fenómeno conocido como «porpoising», un efecto que puede afectar el equilibrio longitudinal del monoplaza y comprometer su estabilidad y eficiencia.
¿Qué es el Porpoising?
A altas velocidades, el flujo de aire que pasa por debajo del coche crea una presión aerodinámica que empuja el chasis hacia abajo. Esto se conoce como efecto suelo, aumentando la carga sobre los neumáticos y mejorando la tracción y el agarre. Sin embargo, si esta carga aerodinámica se vuelve excesiva, puede ocasionar porpoising.
El porpoising es un fenómeno aerodinámico que se produce cuando el monoplaza oscila verticalmente durante la conducción a alta velocidad. Se caracteriza por movimientos de rebote que pueden ocurrir en la parte delantera o trasera del coche, causando una pérdida de rendimiento.
¿Por qué se le llama así?
La palabra porpoising tiene sus raíces en un mamífero marino llamado marsopa (Porpoise en inglés) que se caracteriza por su movimiento de balanceo hacia arriba y hacia abajo mientras nada en el océano.
Consecuencias de este fenómeno
El porpoising puede representar un riesgo para la seguridad del piloto en pista, ya que puede afectar la estabilidad y el control del monoplaza a altas velocidades. Cuando un coche experimenta oscilaciones verticales como el porpoising, puede resultar en una pérdida temporal de tracción o adherencia en las ruedas, lo que podría hacer que el piloto pierda el control del monoplaza, especialmente en curvas o frenadas.
Lewis Hamilton fue uno de los pilotos que expresó más críticas con este tema, especialmente debido a que su Mercedes fue uno de los más afectados por este problema en la temporada 2022.