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Circuito de Pescara: El circuito más largo de la Fórmula 1

El circuito de Pescara, también conocido como Circuito della Pescara, es uno de los trazados más legendarios y peligrosos en la historia del automovilismo. Ubicado en la región de Abruzos, en Italia, este circuito urbano de gran longitud recorrió carreteras abiertas al tráfico entre las localidades de Pescara, Montesilvano y Cappelle sul Tavo.

Con sus 25,8 kilómetros, el circuito de Pescara ostenta el récord como el más largo jamás utilizado en una carrera del Campeonato Mundial de Fórmula 1, incluso por delante de Nürburgring Nordschleife.

Inauguración 1924
Longitud 25.801 km
Vuelta rápida 9:44.6 (Stirling Moss, 1957)

Historia del circuito de Pescara

El circuito de Pescara nació en los años 20 como escenario de competiciones locales y, desde entonces, rápidamente se ganó una reputación por su dificultad extrema, curvas peligrosas y cambios de elevación. Durante décadas fue sede del Gran Premio de Pescara, una carrera no puntuable organizada regularmente hasta los años 60.

La única vez que el Gran Premio de Pescara formó parte del calendario oficial de Fórmula 1 fue en 1957, en plena crisis del petróleo que obligó a suspender otras carreras. La victoria fue para Stirling Moss al volante de un Vanwall, en una carrera que marcó historia tanto por su duración como por su escenario.

Características del circuito de Pescara

Estas son algunas de las particularidades del circuito:

  • Longitud: 25,8 km (el circuito más largo de la F1)
  • Trazado: completamente urbano y rural, con largas rectas, subidas, bajadas y curvas ciegas
  • Ubicación: entre las colinas de Abruzos y la costa del Adriático
  • Superficie: asfalto irregular de carreteras abiertas
  • Público: miles de personas se alineaban en las cunetas sin protección

Una de las secciones más famosas era la «curva dei trabocchi», cercana al mar, y la «curva della pineta», rodeada de árboles y especialmente peligrosa por la falta de escapatorias.

Un trazado mítico y temido

La falta de medidas de seguridad fue una de las principales razones por las que el circuito de Pescara dejó de utilizarse. A pesar de su belleza natural y de su ambiente vibrante, la peligrosidad del trazado era insostenible para los estándares modernos. Con velocidades altísimas y sin escapatorias, cualquier error podía ser fatal.

Circuito de Pescara

Su legado, sin embargo, perdura como uno de los símbolos de la era más heroica del automovilismo, cuando los pilotos se enfrentaban no solo a sus rivales, sino también a los mismos circuitos.

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